viernes, febrero 04, 2011

¿Sequía o lluvias? La balanza comercial pregunta...

Página/12 se apresuró a diagnosticar el fin de la sequía y el auge granario 2011. No fue el único, estas lluvias volvieron optimista hasta a la propia Oil World. También muchos consultores privados subieron sus estimaciones. Pero el partido es largo (si bien ya pasó el primer tiempo hace rato)... Ya con el trigo cosechado, el girasol casi completamente jugado (y bien), el maíz casi completamente jugado (y mal), queda ver que pasa con la vedette (la soja por si quedan dudas).

Veamos el estado de la humedad del suelo al 31 de enero (último dato disponible):

Por un lado tenemos la humedad sub-superficial del suelo (20/30 cm para abajo de la superficie del suelo). Como se observa en el siguiente gráfico, gran parte de la región agrícola no goza de buena salud. No es lo dramático que supimos ver hace sólo dos campañas atrás, pero claramente no está para tirar manteca al techo (versión más técnica: no se podría pensar que con lo que se acumuló de agua en la sub-superficie se nos permitirá llegar a la floración de la soja tardía o de segunda tranquilos).


Si miramos la humedad superficial (primeros 20/30 centímetros del suelo), la situación tampoco está holgada, por el contrario toda La Pampa y oeste de Buenos Aires estaría complicado. Por eso es que pensar que "la soja se hace con las lluvias que vayan cayendo" es bastante riesgoso. ¿Quién asegura los milímetros necesarios cada, digamos, 10 días?



Con lo cual no todo está perdido pero tampoco ya pasó lo peor. Hay que ser muy cautos y seguir de cerca las lluvias y temperaturas y todo lo que la producción a campo implica. El partido está entrando en sus instancias finales y todavía no está para nadie...

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miércoles, febrero 02, 2011

Breve historia reciente del Trigo

La historia del conflicto del campo-gobierno respecto del trigo comienza a gestarse a fines del año 2006. La situación se fue complejizando con el correr del tiempo fruto de una serie increíblemente alta de circulares, resoluciones, decretos y leyes, y también de medidas informales pero de aplicación efectiva, que modificaron de lleno al comercio agropecuario. El post pretende resumir muy brevemente (aunque largo para un post) los hitos de esta historia a sabiendas que dejaré muchos detalles de lado para facilitar en algo la lectura.

La película comienza a fines de 2006 con cierres intermitentes a la exportación de trigo. Hasta este momento, para exportar se declaraba de manera jurada qué se exportaría y el registro era abierto y preveía fuertes multas para los infractores. El sistema funcionaba de manera muy transparente y efectiva desde hacía más de 30 años habida cuenta de los valores FAS que llegaban al productor. Ni que hablar del abastecimiento interno, era un no-tema. Pero a partir del cierre intermitente los precios comenzaron a despegarse de su paridad internacional toda vez que frenar la exportación implica limitar la competencia en el mercado doméstico. Así empieza el malestar del sector productivo y la intervención directa en el mercado, con sus implicancias en toda la cadena.

El año 2007 transcurre movidito. Comienza con una inflación acelerándose de manera preocupante al entrar cómodo en los dos dígitos. Se buscan culpables y alimentos viene como anillo al dedo. De paso cañazo, se instaura el día del * y el INDEC pierde por goleada, a partir de entonces ya nadie miraría las series de inflación (y luego otras) del Instituto otrora prestigioso y competente. En este contexto, la SAGPYA elabora el precio de abastecimiento del trigo y arma un sistema de compensaciones a productores y molinos a sabiendas de que el precio local ya no reflejaría el internacional. A partir de entonces, la normativa se modifica quintillentas veces generando mayor confusión que solución y ya nadie nunca más conocerá el mercado de trigo como lo fue hasta entonces. Durante el período se incrementan las exigencias de información por parte del Estado con tres características principales: (a) mucha información era irrelevante; (b) mucha ya la tenían otras reparticiones públicas y (c) algunas eran de (cuasi)imposible cumplimiento. En cualquier caso representaron mayores costos fijos (los empleados administrativos se multiplicaron -> generaron empleo!) y se utilizaba como “paraarancelaria” ya que al ser de muy difícil cumplimiento se imposibilitaba estar completamente en regla. ¿Los argumentos oficiales? Bien, gracias.

Cansados? Esperen que el 2007 no termina, la mayor parte del año estuvo signada por el cierre absoluto del registro de exportación y con alguna apertura esporádica en cuotas. Mercado absolutamente fuera de competencia hasta el 11 de noviembre. ¿Qué pasó ese día? Ya había ganado las elecciones CFK (el 28 de oct) y sin la presión de los votos, Néstor a modo de despedida recibió a los gobernados de su esposa (todos nosotros!) con una suba de las retenciones. En particular, de 8 puntos para el trigo (pasó del 20% al 28%). Ahora sí, se abre el mercado pero con un diferencial mayor respecto de la paridad internacional y a la postre condimenta con menores plazos para embarcar (afecta notablemente y sin sentido el business as usual de la exportación de granos) y acompañó la medida con algún que otro cierre intermitente del registro de exportaciones.

El 2008 comienza con una nueva intervención: Se sistematizan los cierres de registros, pero esta vez con aperturas sólo por cupos a la exportación (restricciones cuantitativas para la tribu econ.), y hasta marzo continua el esquema de cierres del registro de exportación hasta que…cha chan cha chan…el Ministro Lousteau (¿se acuerdan?) dicta la F-A-M-O-S-I-S-I-M-A Resolución 125 de retenciones móviles. Pa´que contarles si esa ya la saben todos…

En el mientras tanto de la 125 pre-Cobos se continúan dictando normas de pedidos de información, se cierran indefinidamente los registros de exportación, se crean sistemas de compensación que nunca funcionaron (transporte, pequeños productores, etc.), y lo más importante: sale la resolución 543 de la ONCCA creando el sistema de ROE verde para exportar que genera el pase de Declaración Juradas de Ventas al Exterior a un sistema de licencias no automáticas, acortamiento de plazos de exportación, adelantamiento del pago de retenciones y establece encaje productivo exportador y cálculo de remanente exportable (mesa de los argentinos, para los amigos). Solo un botón de muestra: para el cálculo del remanente exportable se necesita saber al menos dos cosas: producción y stocks. Bueh, les aviso que para ese entonces el Gobierno decidió dejar de publicar las dos series! Luz verde, se largó la joda potenciada del ONCCA (recuerden que Etchegaray era el presidente de la ONCCA y bajo su gestión Matias Longoni denunció serios y muy bien fundados casos de corrupción que lo tocaban de muy-muy-muy cerca). Incentivos a los productores y a la producción, bien gracias.

Post-Cobos las retenciones pasan al valor previo y luego se las baja a 23% a fin de año. Pero el Gobierno para boicotearse lo bueno saca el programa Trigo-Plus que nunca jamás funcionó.

El 2009 arranca también fuerte (cartas de porte, CTG, etc.), y el sistema de ROE muestra su peor cara al pasar de una cosecha de 15 millones de toneladas a sólo 9.2 millones. El sistema de compensaciones del ONCCA se vuelve a modificar -ahora cobran sólo los molinos- genera “ventanillas” escandalosas y los precios se alejan fuerte de los internacionales. Por mayo el gobierno firma “acuerdos” con el sector exportador para otorgar nuevos cupos de exportación pero ninguna medida logra levantar los precios que los productores reciben en el marco de la peor sequía que se recuerde y de fuertes declaraciones oficiales que incrementaban el mal humor sectorial. En estos últimos años, se modificaron las reglas de juego para la cadena de trigo más de 40 veces…Sólo la resolución 543 tuvo 5 modificaciones importantes en sólo 4 meses desde su aparición.

En el 2010 se levanta una cosecha aún menor (7.9 millones de toneladas), y se mantienen todos los desestímulos mencionados: ROEs, diferencial creciente de precios domésticos respecto de internacionales, declaraciones explosivas del Ejecutivo Nacional, requerimientos crecientes de información y proyectos de ley del oficialismo o afines que entran al Congreso con múltiples fines pero todos apuntando a una aún mayor intervención. Soluciones ninguna, no siquiera parciales o puntuales.

En el 2011 y después de cuatro campañas completas de una intervención que le costó al productor 4608 millones de dólares (3.3 MM dex y 1.3 MM rex), las noticias pueden seguirse por los diarios. Mientras tanto la inflación de alimentos no se detuvo (lógico, poco y nada tiene que ver con el trigo), la producción no logra estar ni cerca de los 16.5 millones de toneladas que supimos tener en 2004/05, no se prevé ningún cambio por el cual el productor vuelva a recibir el precio pleno por sus granos y cada regulación que ha ido saliendo lo único que generó es, por el contrario, un alejamiento superior respecto de los valores internacionales.

Por otro lado, la incoherencia de los argumentos oficiales es sorprendente. Basta con sólo pegarle una ojeada a los comunicados de prensa del ministerio…

Finalizo el cuento sin un gráfico ni un cuadro. Todo lo que avala lo aquí dicho es parte del historial del blog. Lo que no (lo más reciente) pueden pedirlo.

Post escrito gracias al pedido de Miguel Olivera (blog y Twitter) quien me puso ante el interesante desafío de hacer un poco de memoria para hacer un raconto triguero 2006-2011.

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